Si no tienes planes podríamos imaginar algo que hacer, pero que sea fuera de lo normal.
El año que viene es posiblemente muy importante en varios aspectos, hablando desde el punto de vista espiritual y la numerología y siendo 2020 algo que no se verá otra vez en nuestro tiempo.
2020 para mí es quizá el año de la visión utilizando términos de oftalmología, si 20/20 es la calificación de alguien que puede ver muy bien. Así que 2020 puede ser un año en el que trabajemos la visualización de cosas buenas; para el planeta, para la naturaleza, para el despertar de la humanidad que al parecer sigue dormida.
A nivel energético, la humanidad está generando una energía muy negativa, basta ver las noticias para encontrar patrones de comportamiento retrógrado, gobiernos que inexplicablemente insisten en fórmulas obsoletas y que en el pasado han fracasado:
El populismo
El socialismo Bolivariano
El comunismo
Las dictaduras
Y por otro lado un capitalismo voraz de apetito insaciable.
Las dos tendencias manipuladoras de las masas que se dejan controlar a base de usar las mismas técnicas ancestrales:
El miedo
La seguridad
Los deseos
Las religiones
El terror
Y otras más sutiles que como buenos borreguitos seguimos permitiendo.
Yo en lo personal pediría por un despertar individual en el cuál cada uno de los humanos entendiera que existen otras opciones, que somos parte de un sistema y no los dueños del universo, pero para eso sería necesario comenzar en el interior de cada persona.
El análisis profundo de nuestras acciones y lo que nos motiva a actuar de ésta manera tan ilógica, ser honestos pero con nosotros mismos y dejar de estar juzgado a los que nos rodean, aceptar primero nuestras carencias espirituales, emocionales y de mentalidad, cuestionando de manera inquisitiva nuestras creencias, nuestros valores, nuestras costumbres para poder descubrir si en realidad son congruentes con nuestra propia consciencia.
Quizá si la humanidad se diera el lujo de aceptar que hay otras maneras de vivir y de pensar, aceptando la diversidad y respetando las preferencias y comportamientos de los demás, podría existir la pequeña posibilidad de evolucionar como especie y dejar de ser los depredadores más peligrosos que han existido en la historia de este maravilloso planeta al que llamamos tierra.
El verdadero cambio es el que comienza de adentro y si queremos cambiar al mundo tendríamos que empezar con cambiarnos a nosotros mismos.
Luis Bernardo Garcia Casas.
